martes, 15 de marzo de 2016

A 3 años del Grupo de Jóvenes Martin Luther: RODRIGO CASTILLO

A mediados del 2010, hace casi seis años, llegué por un trabajo del colegio a la comunidad Martín Lutero de la IELCH en Concepción. En los años que siguieron, me hice parte de la iglesia luterana, me confirmé como luterano, mi familia también empezó a trabajar en la comunidad y asistí al Grupo de Jóvenes por varios años. Allí realizamos diversas actividades y compartimos con muchas personas que en diferentes instancias de sus vidas, fueron parte de este grupo. Las obras de navidad, los campamentos, los cultos familiares, paseos, visitas a otras comunidades, son todos recuerdos que marcaron fuertemente esos años, de gran alegría por estar compartiendo mi fe y construyendo un proyecto conjunto con hermanos y hermanas de la fe, y de diversos aprendizajes que me han ayudado hasta el día de hoy.

El entrar a la Universidad, con todas las cargas y tiempo que significa, implicó un alejamiento de muchos del Grupo de Jóvenes de la vida en la comunidad, y en eso me incluyo. Actualmente intento recuperar la relación con la Iglesia, pero el distanciamiento que en los hechos tuve durante un tiempo, no impidió que los valores que aprendí en el Grupo (la fraternidad, la capacidad de trabajar en equipo pese a las diferencias) siguieran haciéndose presentes en otras actividades a las que me dediqué, como el trabajo en el ámbito estudiantil, y más recientemente, el programa de radio Diálogos Evangélicos, en el cual, junto con otros jóvenes de diferentes confesiones cristianas evangélicas debatimos sobre temas de relevancia social, desde una perspectiva crítica.

Espero sinceramente poder trabajar de nuevo en la tarea de construir comunidad en nuestra Iglesia. Los/as jóvenes luteranos tenemos mucho que aportar a nuestras comunidades y a nuestro entorno, porque en un mundo con tantas injusticias y opresión, es imprescindible que nuestra fe sea activa, que nos comprometamos en llevar el mensaje de amor y esperanza a quienes hoy no son capaces de ver a Dios, y por sobre todo, nos pongamos a su disposición en todos los lugares que nos encontremos (universidad, trabajo, poblaciones, etc.) para hacer su voluntad de una sociedad justa y fraterna.


viernes, 11 de marzo de 2016

A 3 años del Grupo de Jóvenes Martin Luther: NICOLÁS VARGAS

Mi nombre es Nicolás Vargas Gallardo ex miembro del grupo de jóvenes de la iglesia Martin Luther de Concepción, en el cual estuve participando un año aproximadamente. A mi parecer el tiempo en el cual estuve inserto en este grupo fue sumamente gratificante y beneficioso para el desarrollo de mi carácter y de la espiritualidad que poseo al día de hoy, ya que con las variadas actividades realizadas en él, pude comprender de mejor manera la cercanía existente entre Dios y mi persona, aumentando de forma progresiva la fe por él y la curiosidad de conocer mucho más acerca de todo lo relacionado al evangelio.

Por distintas razones el grupo comenzó a disolverse, en mí caso por cuestiones académicas, laborales y personales, las cuales no me permitían participar activamente. Al día de hoy siento una gran alegría de haber pertenecido y participado de este espacio en el cual nos reuníamos para hablar de la palabra, la espiritualidad y temas del día a día, ya que como mencioné con anterioridad esto me ha ayudado a enfrentar mi vida diaria desde una perspectiva diferente y siempre fundamentada en bases sólidas que obtuve en mi paso por este grupo.

Por último, quisiera mencionar que la fe efectivamente ha cumplido un rol fundamental a la hora de realizar mis estudios y en mi vida en general, quizás no generando milagros como la gente puede pensar, pero me ha ayudado mucho en la estabilidad mental y emocional que he tenido durante todo este proceso académico por el cual estoy pasando y estoy seguro que la fe en Dios ha apoyado constantemente el actuar que he tenido durante toda mí vida en los distintos ámbitos existentes.

Lejos una experiencia que recomiendo cien por ciento a todos y todas las personas que quieran participar en un futuro.

A 3 años del Grupo de Jóvenes Martin Luther: CONSTANZE IHL

Mi nombre es Constanze Ihl, participé del grupo de jóvenes de la Iglesia Martin Luther de Concepción durante aproximadamente dos años. Fue una experiencia maravillosa que me permitió acercarme mucho más a Dios, poder conversar con él desde lo cotidiano y entender de mejor manera todo lo que había aprendido acerca de él. El grupo de jóvenes fue clave en que se siguiera desarrollando en mí, un gran interés por la fe. 

Producto de compromisos y responsabilidades de los miembros, este grupo comenzó a desarmarse poco a poco, a pesar de los variados intentos por evitarlo. Sin embargo todo lo vivido por cada uno de sus miembros les permitió acercarse más a la Iglesia. En mi caso el hecho de haber participado en este grupo me acercó a la comunidad y a otros grupos dentro de la Iglesia como el coro. Para mí fue tan emotiva la participación del coro en Concepción, que cuando me fui a Santiago el hecho de no tenerlo me pesaba. Hasta que Italo Riffo, miembro de la Iglesia Redentor, decidió crear un coro allí con el nombre de Dietrich Bonhoeffer. Actualmente he sido electa tesorera del coro, a aproximadamente un año de su creación y puedo decir que participar de este grupo ha sido muy similar a cuando estaba en el grupo de jóvenes, lo cual ha sido hermoso al recordar acontecimientos pasados.

Tener a Dios en mi vida me ha permitido vivir en paz, tranquila y me ha dado energías para los compromisos universitarios. Es una experiencia que  la recomiendo completamente.