Javier Molina tiene 35 años y además de ejercer la profesión de abogado es docente en la Universidad del Desarrollo, donde es profesor de los dos jóvenes que solemos escribir en este espacio virtual: Martin y Patrick. Conforme al interés que tiene el Grupo de Jóvenes Martin Luther en conocer y saber más de otras denominaciones y tradiciones critianas invitamos a Javier para que nos hablara de Schönsttat, el movimiento católico al cual pertenece.
Fue una reunión amena en la que hubo interacción de todos los que asistieron, todos aprendimos harto, no solo de Schönsttat, sino que también de algunos detalles de nuestra iglesia luterana. Se compartió harto, se intercambiaron experiencias, opiniones, conocimiento, tesito y galletitas. Javier comenzó hablando de su familia y de cómo creció inmerso en una vida comprometida con la fe cristiana. Luego nos habló del contexto en el que se orignó Schönsttat. Fue fundado en Alemania el 1914 por José Kentenich y un grupo de seminaristas pallottinos. José fue criado en un horfanato y su madre lo había encomendado a la imagen materna de la virgen María, madre de Cristo. Luego de muchas dificultades Kentenich pudo ingresar al seminario, que en aquellos tiempos era disciplinado como el regimiento, con mucha penitencia y castigo. Siendo ya un sacerdote ordenando se le encargó la formación de nuevos seminaristas y es aquí donde su influencia hace que la flageladora disciplina se transforme en un compromiso libre y basado en la donación, no en la obligación. Esto fue realmente chocante y liberal para la iglesia católica. En general, la obra de José Kentenich y el crecimiento de Schönsttat se ha visto envuelto en muchas pruebas. El fundador tuvo que sobrevivir a los campos de concentración por oponerse al Reich nazi, al salir las autoridades católicas querían detener su movimiento y lo trasladan a Estados Unidos. Hubo gran oposición, pero hoy tiene gran fuerza en varios países de Europa y Latinoamérica.
Javier destacó que fundamentos esenciales eran: el compromiso y santidad de la vida diaria, la devoción mariana y la responsabilidad práctica y mutua, dentro del movimiento como en otras instancias de la vida y la iglesia. Mencionaba que los espacios en los que se participa dependen del grado de compromiso que se quiere asumir. Habían aspectos que sorprendentemente eran muy cercanos a nuestro pensar, como la libertad de conciencia, el protagonismo laico y la horizontalidad de las relaciones; y otros que marcaban una gran diferencia, como la devoción mariana.
El profesor Molina está preparándose para ser diácono célibe y nos intersaba mucho saber al respecto. La jerarquía y ordenación sacramental de la iglesia católico es algo muy lejano a lo que conocemos en nuestra iglesia, por lo que escuchar al respecto hizo sentirnos harto más cultos. Mencionó que los niveles de ordenación eran el obispado, el presbiterio y el diaconado. Dentro del diaconado hay diacónos casados y célibes. Nos llamó mucho la atención cómo se acotan los espacios para practicar el sacerdocio y mencionamos que la forma en que nosotros vemos el sacerdocio universal nos permite a todos los bautizados ejercer funciones pastorales. ¡Este mismo domingo serán integrantes de nuestro coro los que prediquen y hagan de liturgos!
Fue un gran placer tener a Javier Molina entre nosotros. Fue un momento de confianza y conversación. Distintas ideas, experiencias y espiritualidades, pero un mismo Dios, cuya gracia se muestra en nuestro señor y salvador Jesucristo.
Para saber más de Schönsttat naveguen por www.schoensttat.cl o www.schoensttat.de!!!!
Que El Señor los bendiga.
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